Breve recorrido de la medicina social en la historia
Varios aspectos en la historia de las ciencias médicas son medianamente desconocidos. Sin embargo, a lo largo de la historia de la medicina se puede observar una evolución, desde aquella práctica médica, que en tiempos antiguos se centraba más en esquemas de tratamiento individual basados en creencias, estigmas e incluso religión. Este cambio se efectúa hacia un reconocimiento de la medicina como fenómeno social vinculado al desarrollo industrial, económico y social. Estos fenómenos generaron en conjunto, la necesidad del reconocimiento de la heterogeneidad social como factor determinante de la enfermedad dentro de aquellas metrópolis capitalistas y sus alrededores, en donde se empezaron a propagar grandes epidemias.
Se puede evidenciar, por ejemplo, durante la caída del feudalismo en Alemania, la creación de un claro movimiento médico social. En este, Salomón Neuman, galeno perteneciente a un grupo radical democrático, emite principios de la medicina social, recalcando que la salud de una población es un problema de la sociedad. Las condiciones que esta provea para cada miembro determinan dentro de ella la distribución de salud y enfermedad.
En la misma línea se identifica a un compañero de Neuman, el médico y político de mitad del siglo XIX, Rudolf Virchow, considerado padre de la patología moderna. En su estudio sobre la epidemia de tifus de 1847, identifica su origen no solo físico y biológico, sino también económico, político y social. Con lo cual se dio un paso importante al reconocer como posibilidad que las estructuras política y social son el origen de los males de los pobres. Para la época, tanto los factores políticos como las reformas sociales que se estaban dando, tenían su influencia dentro del campo médico. De esta manera, la medicina era considerada también una ciencia social y la política una herramienta importante para la prevención.
Posteriormente, al no consolidarse esta perspectiva social de la medicina en la comunidad científica, el concepto sobre medicina social fue desapareciendo. Esto ocurre hasta que en Inglaterra durante la década de los 40, la medicina social tomó fuerza nuevamente con la creación del Servicio Nacional de Salud. A partir de entonces, esta se difundió en toda Europa. Sin embargo, América aún mostraba resistencia y no fue sino hasta los años 50 que en las escuelas de medicina de Estados Unidos se instauró dicho concepto con el nombre de “Medicina Preventiva”. Esto se debe a que el macartismo imperante en la época satanizaba todo lo social como “socialismo” e iba en contra de las políticas del gobierno de turno. Varios sociólogos y antropólogos fueron los primeros científicos sociales de la época en desarrollar investigaciones relacionadas con la implicación de lo social en el campo de la salud.
Paulatinamente, se fue expandiendo este pensamiento médico social a lo largo del continente americano, llegando hasta nuestro país, Ecuador, en el cual contamos con varios exponentes como el caso de Everardo Duarte, máster en sociología de la medicina, quien desarrolló varios estudios en los que se destacan dos de suma importancia. El primero de ellos fue presentado en Cuenca en 1983 y titulado “Tendencias y perspectivas de las investigaciones en ciencias sociales en salud en América Latina: Una visión general” y el segundo titulado “Trayectoria de la medicina social en América Latina: Elementos para su configuración”, presentado en 1991.
Cada período dentro de la historia de la medicina social ha sido condicionado por la estructura social de cada época, y esta a su vez influenciada por las políticas de estado del gobierno de turno y los avances en la industria. En los tiempos actuales, los resultados de la medicina pública dependen principalmente de la voluntad política de los gobernantes, por lo que nos encontramos en un momento de búsqueda de equilibrio, para que se posibilite un trabajo en conjunto y de tal manera lograr verdaderos avances, que permitan un desarrollo integral de la comunidad.