Las migajas de Trump

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Lunes 2 de Marzo de 2020

La más reciente visita de Lenín Moreno a la Casa Blanca, no sólo marca la primera visita de Estado por parte de Ecuador en casi dos décadas y la restitución de relaciones bilaterales a más alto nivel. Esta visita adquiere mayor simbolismo por la persona que la posibilitó, además de las intenciones explícitas del gobierno ecuatoriano. Moreno y su gabinete buscan alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., tal como en 2003 con Lucio Gutiérrez, prácticamente volviendo a retomar las negociaciones en el lugar en el que quedaron hace casi 20 años. La propia embajadora en EE.UU., Ivonne Baki, aseguraba en una reciente entrevista que gran parte del TLC ya se negoció en aquel entonces y que tomaría aproximadamente siete meses para concretar. La misma embajadora declaraba que este TLC no puede esperar a un nuevo gobierno, ya que es imperativo aprovechar la voluntad política actual.

Después de casi dos décadas sin un encuentro de alto nivel gubernamental entre Ecuador y EE.UU., el gobierno de Moreno concluía su visita de Estado el 14 de febrero -coincidente con el Dïa del Amor y la Amistad- con un encuentro con la comunidad ecuatoriana en EE.UU. Esta misma comunidad es el producto de un éxodo obligatorio para más de millones de ecuatorianos a comienzos de 2000, impulsado y mantenido por las élites del Ecuador, entre las cuales se encuentra inmiscuido Guillermo Lasso y los círculos económicos de poder cercanos al gobierno actual. Con la poco vergüenza que es característica del actual primer mandatario, Moreno visitaba a lxs migrantes que resultaron de la aplicación de medidas neoliberales que el mismo pretende defender.

Donald Trump, al recibir a Moreno, casi en son de tener que justificar su presencia a las puertas de la Casa Blanca, aseguraba que este último goza de una muy buena reputación. Detrás del mismo tono podría bien ocultarse una felicitación a Moreno, por ser un tan muy obediente al acatar las medidas impositivas de EE.UU. en la región. Sin duda, Lenín Moreno ha sudado la camiseta, alineándose con la totalidad de las políticas dictadas por Washington para Latinoamérica. El gobierno ha optado por el paquete completo con EE.UU. El gobierno actual depende de tal medida de Estados Unidos, que no pretende negarle nada al amo y señor que controla la llave del flujo financiero de la deuda externa del Ecuador.

Muestras de a sumisión y servilismo que el primer mandatario Lenín Moreno tiene para con los E.E.U.U. es que ahora el Ecuador rechaza a Maduro y reconoce a Guaidó en Venezuela, compra armamento, tecnología militar y de reconocimiento facial, capacita a sus fuerzas represivas en suelo estadounidense, alquila su “prota aviones natural” para misiones de reconocimiento de las FF.AA. de EE.UU., se endeuda con sus bancos a intereses extremadamente provechosos para los mismos, trae profesorxs de inglés para que capaciten a profesorxs de idiomas, y la lista continúa.

El Secretario General de la Presidencia, el cual también formaba parte de la comitiva oficial, Juan Sebastían Roldán anunciaba en EE.UU., con su debida autocomplacencia, que los programas gubernamentales estadounidenses volvían a entrar al Ecuador por la puerta principal. En las próximas semanas, autoridades del USAID, del programa de ayuda al desarrollo América crece, como también altos representantes comerciales del gobierno de EE.UU. visitarán el país para concretar su vuelta definitiva. Adicionalmente, Lenín Moreno aseguró un nuevo desembolso y una deuda adicional de 300 millones de dólares con el Banco Mundial, para seguir financiando sus programas de recortes, despidos masivos y desinversión pública a lo largo del último año de gobierno que le queda.

Parece que la sociedad ecuatoriana se encuentra atrapada en el círculo vicioso de ser el perpetuo proveedor de materia prima y productos de poca o nula necesidad de manufactura, como alcachofas, atún en funda o flores. De esta manera, se le asignan a Ecuador y América Latina un rol de inferioridad en el escenario internacional ¿División internacional del trabajo? El Norte mira al Ecuador como eterno exportador de minerales y productos sin mayor valor agregado.

En definitiva, el gobierno ecuatoriano permitió la entrada de los yanquis por la puerta grande. Los instrumentos de implementación de su política imperialista: la USAID, lxs oficiales de las FF.AA., las operaciones estadounidenses en territorio y las instituciones crediticias, se encuentran de vuelta. Este no es un momento de caer en equivocaciones. El acercamiento actual responde a una lógica de continuidad directa de la política de Estado del gobierno de Lucio Gutiérrez. La embajadora Baki desempeñó un rol crucial en el acercamiento entre EE.UU. en 2003 y lo sigue teniendo en 2020. El gobierno de Moreno se esmera en concretar el TLC antes del fin de su mandato, para atarle las manos a cualquier proyecto político futuro y machacar al sector campesino ecuatoriano, volviendo a multiplicar las condiciones infrahumanas en las que nos quiere el capitalismo. Si el neoliberalismo se viene con todo, que nos encuentre preparadxs. Los pueblos dignos no se contentan con migajas.

 

Fuente fotográfica:

www.t13.cl

 

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